Aquí comparto con ustedes un autor que no trabajamos y que me parece importante incluir entre toda la catarata de nombres, personas e "ismos" que trabajamos.
A Pierre Clastres hay que considerarlo, a mi parecer, como el niño rebelde de la antropología. Nació en 1934 en París, Francia. Filósofo, etnólogo, y antropologo por dedicación personal, se interesó por la problemática de la Sociedad y el Estado, un poco por sus creencias ideológicas, pero también por las presiones sociales que le dieron forma a él mismo.
¿Cómo...?
Pues bien, Clastres participó activamente junto a muchas otras personalidades de las ciencias sociales (Felix Guattari, filósofo que deberían estudiar en Filosofía en 6to año) en el Mayo Francés, la revuelta popular de 1968 que convocó a las calles de ese país a trabajadores, mujeres, estudiantes e intelectuales, sindicatos e incluso el Partido Comunista Francés.
De pensamiento anarquista, Pierre Clastres se opuso a la guerra de Argelia (1954-1962), país que aun era colonia francesa. La profunda y feroz represión que sufrió el pueblo argelí por parte de los militares franceses llevaron a nuestro autor, además de un montón de personas más, a oponerse al régimen represor francés y solidarizarse con los pueblos oprimidos.
Realizó su trabajo de campo entre los aché de Paraguay, los guaraníes del mismo país, y más tarde con los yanomami de la frontera venezolano-brasilera. Se interesó sobre el rol del Estado y su relación con la sociedad, y criticó duramente la posición de la mayoría de los antropólogos del momento, donde daban por sentado que una sociedad pacífica y con Estado era más desarrollada. Por el contrario, se preocupó en demostrar cómo el Estado compite para nacer con la misma sociedad, y plantea una relación sumamente interesante entre ambas. Murió prematuramente en un accidente de tránsito en 1977.
"Hablar, es ante todo detentar el poder de hablar. O más aún el ejercicio del poder asegura el dominio de la palabra: sólo los amos pueden hablar. Con respecto a los sujetos: conminados al silencio del respeto, de la veneración o del terror. Palabra y poder mantienen relaciones de tal naturaleza que el deseo de una se realiza en la conquista del otro. Príncipe, déspota o jefe de Estado, el hombre de poder es siempre no sólo el hombre que habla, sino la única fuente de palabra legítima: palabra empobrecida, pobre pero rica en eficiencia pues se llama mando y no quiere sino la obediencia del ejecutor. Extremos inertes por sí mismos, poder y palabra no subsisten el uno sin el otro, cada uno de ellos es sustancia del otro, poder y palabra se establecen en el acto mismo de su encuentro. Toda toma de poder es también una ganancia de palabra"
El deber de la palabra, Pierre Clastres (Antropólogo)
Para acceder al texto de Pierre Clastres de "El Arco y el Cesto", Click Acá!
Otros textos para estudiar al autor (No Obligatorios)
Texto "Pierre Clastres y las Sociedades contra el Estado"
Texto "El Deber de la Palabra"